Las tarjetas revolving han ganado popularidad en los últimos años, pero también han generado muchas dudas y preocupaciones entre los consumidores. En este artículo, responderemos a las preguntas más frecuentes sobre este tipo de tarjetas para que puedas tomar decisiones informadas.
¿Qué son las tarjetas revolving?
Las tarjetas revolving son un tipo de tarjeta de crédito en la que el saldo dispuesto se paga en cuotas mensuales, con intereses, en lugar de liquidarse por completo a final de mes. Funcionan como una línea de crédito renovable, lo que significa que, a medida que el usuario va pagando, el crédito vuelve a estar disponible para ser utilizado nuevamente.
¿Dónde se contratan?
Las tarjetas revolving pueden contratarse en bancos, entidades financieras y en grandes superficies comerciales que ofrecen crédito a sus clientes. También es posible obtenerlas a través de plataformas online de entidades especializadas en financiamiento.
¿Cómo funcionan?
Cuando un usuario realiza una compra con una tarjeta revolving, tiene la opción de pagar una cuota fija o un porcentaje del saldo pendiente cada mes. Sin embargo, los intereses aplicados suelen ser elevados, lo que puede hacer que la deuda se prolongue en el tiempo y que el usuario termine pagando mucho más de lo que originalmente gastó.
¿Cuáles son sus peligros?
El principal riesgo de las tarjetas revolving es el alto interés que generan. En muchos casos, la tasa anual equivalente (TAE) supera el 20%, lo que provoca que la deuda crezca rápidamente. Además, si solo se pagan cuotas mínimas, la amortización del capital se hace muy lenta, y el usuario puede quedar atrapado en un ciclo de deuda difícil de romper.
El Tribunal Supremo ha advertido sobre los peligros de este sistema de amortización. En una sentencia del 3 de febrero de 2025, estableció que la falta de transparencia en la información sobre los intereses y el sistema revolving puede generar un grave perjuicio para el consumidor. La sentencia resalta que muchas entidades financieras fijan cuotas bajas por defecto, lo que prolonga la amortización y aumenta el pago de intereses, generando lo que el Banco de España denomina «efecto bola de nieve». Esta situación puede convertir a los consumidores en «deudores cautivos», atrapados en una deuda de difícil salida.
El Tribunal también enfatizó que la información sobre estas tarjetas debe ser clara, comprensible y accesible antes de la firma del contrato. Los consumidores deben ser informados sobre la elevada TAE, el impacto del mecanismo de recomposición del capital y las consecuencias económicas a largo plazo para poder comparar con otras opciones de financiamiento.
¿Se puede reclamar?
Sí, se puede reclamar en caso de considerar que los intereses aplicados son abusivos. En España, varias sentencias han declarado nulos ciertos contratos de tarjetas revolving debido a la usura en los intereses. Los afectados pueden reclamar ante la entidad financiera o acudir a la vía judicial si consideran que han sido perjudicados por este tipo de crédito.
La reciente sentencia del Tribunal Supremo refuerza esta posibilidad al establecer que, si la falta de transparencia ha impedido que el consumidor comprenda los riesgos del producto, la cláusula de intereses puede ser considerada abusiva y, por lo tanto, anulada.
Conclusión Las tarjetas revolving pueden ser una herramienta financiera útil si se usan con responsabilidad, pero también pueden convertirse en una trampa de deuda si no se gestionan adecuadamente. Antes de contratar una, es fundamental leer las condiciones, conocer los intereses y asegurarse de que se podrá hacer frente a los pagos sin caer en un sobreendeudamiento.